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                               Desalojo violento del 19 de junio de 2016 en Asunción Nochixtlán. | 
Juan Zavala 
Los hermanos Cruz Aquino, junto con otras personas, están cansados y se detienen por un momento en un paraje a orilla de la súper carretera Oaxaca-Cuacnopalan. Las dimensiones en espacio y tiempo se alteran; las distancias entre un lugar y otro parecen mucho más lejanas de lo habitual e incluso cambian de forma: lo que es un lugar plano ahora parece una pequeña loma.
Los disparos arreciaban y José Luis Cruz Aquino vió como una bala atravesó al joven Jesús Cadena Sánchez, y trató de ayudarlo. Su hermano, Gilberto Cruz, recibió un disparo en la pierna.
Se tiraron al suelo, pecho tierra, aún así sigueiron siendo blanco de los disparos. Su hermano Anselmo recibe un impacto de bala en el mentón y la sangre escurre a borbotones; el herido intenta cubrir la herida con sus manos, para evitar desangrarse. Segundos después, cuatro balas atraviesan el cuerpo de Yalid Jiménez Santiago; mientras que a su hermano Eloy Cruz, una bala le roza la cabeza.
“Yo trataba de parar la hemorragia de mi hermano, era imposible, porque salían los borbotones de sangre. Me bañó todo el pantalón con su sangre. De dónde estábamos a la carretera, para subirlo a la ambulancia, fueron menos de tres minutos y, en esos tres minutos él se desangró. Sentía coraje, nada más. No puedes darte el lujo de sentarte a llorar, de ponerte a pensar, sino de actuar”.
7 muertos en Nochixtlán
6 en el campo de batalla
1 joven muerto en la agencia municipal de Viguera, en la capital
6 organizaciones civiles ajenas a Nochixtlán, involucradas, según PGR
89 armas policiacas fueron analizadas
7 presuntos delitos tipificados por la PGR
El Día del Padre
Eran alrededor de las 7:30 horas del domingo 19 de junio en Nochixtlán y los hermanos Cruz Aquino se preparaban para viajar a Santiago Amatlán, un poblado a 10 kilómetros de la cabecera municipal y a donde realizarían una visita a sus padres con el objetivo de celebrar el Día del Padre. Minutos después su hogar estaría envuelto en la tragedia y el luto.
Persecución de policías
Es domingo de mercado y el estridente ruido de cohetes y gritos de personas los hace asomarse a las calles para observar lo que sucedía. Decenas de policías estatales y federales se internaban por las calles de las colonias ubicadas en los suburbios del municipio de Asunción Nochixtlán; los uniformados arrojaban gases lacrimógenos e iniciaban una persecución contra personas que supuestamente participaban en el bloqueo la súper carretera Oaxaca – Cuacnopalan.
Para entonces, el objetivo de las fuerzas de seguridad se había cumplido: la liberación de la vía de comunicación terrestre, la operación no tomó más de 10 minutos; pero los policías intentaron avanzar hacia la población e ingresaban violentamente a las colonias.
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El choque se prolongó por varias horas sobre la súper carretera Oaxaca- Cuacnopalan y la carretera federal. FOTO: Mario Jiménez | 
“Decidimos ayudar a nuestra gente. Cuando ves aquellas personas que no conoces, que ni siquiera sabes de qué partido son, a que religión pertenecen, el color de piel, simplemente ves a personas que están siendo masacradas, y lo único que quieres es ayudar”, relata José Luis Cruz Aquino.
La batalla
El resto de la gente corría, los policías perseguían a las personas y lanzaban gases; empezó una nueva batalla, mujeres, hombres, ancianos y jóvenes defendían sus hogares y a sus vecinos. De pronto, los hermanos Anselmo, Gilberto, Eloy y José Luis se vieron inmersos en el choque con los agentes de seguridad de los gobiernos federal y estatal.
“Créeme que en ese momento, del puente hacia el panteón, yo lo veía de subida, pero el lugar es casi plano. Donde estábamos pensamos que era hondo y ahorita vemos y es plano. Cambió todo en ese momento.
“Mis hermanos y yo empezamos a ayudar, a reunirnos, a reagruparnos y comenzamos a lanzar piedras pues los balazos empezaron inmediatamente, alrededor de las 8:30”.
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| Cerca de 200 personas resultaron lesionadas, decenas de ellas con heridas de armas de fuego. FOTO: Mario Jiménez | 
En ese terreno, a unos cien metros de la súper carretera murieron acribillados Anselmo Cruz Aquino, Yalid Jiménez Santiago y Jesús Cadena.
“Yo lo vi, yo estuve presente. No es fácil recordar, volver a vivir esas escenas cuando ves a tu hermano o a los compañeros que se están desangrando y no puedes detener el sangrado, y la represión sigue, los balazos siguen”, manifiesta José Luis Cruz.
Armas usadas por la Policía Federal en el operativo
Armas de cargo de 32 elementos de la Gendarmería:
22 armas largas tipo fusil automático, marca DSA, modelo sa58, calibre 7.62x51 mm;
9 armas largas tipo fusil automático, marca Ceska Zbrojovka modelo 805 Bren a1, calibre 5.56x45 mm;
32 armas cortas, tipo pistola, marca Ceska Zbrojovka, modelo p-09 calibre 9 mm
Armas usadas por la Policía Estatal
15 armas cortas y 9 largas, sin especificar modelos.
En el lugar fueron encontrados cartuchos percutidos calibre .223, que corresponden al fusil semiautomático R15, pero que también pueden ser usados en armas recamaradas para calibre 5.56, señalan expertos.
Fuente: Código DH
El desalojo
El 19 de junio de 2016 los gobiernos Federal y Estatal, alrededor de las 7:00 horas establecieron una incursión llamada Operativo Oaxaca para desalojar el bloqueo carretero a la carretera Oaxaca – Cuacnopalan que mantenían simpatizantes y maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE); el tramo está en el perímetro del municipio de Asunción Nochixtlán.
En ese momento, la obstrucción a la carretera era realizada por poco más de 50 personas; la mayoría de ellos, pertenecientes a la sociedad civil que apoya a los profesores del movimiento magisterial.
Los profesores exigían la liberación de Rubén Núñez Ginez y Francisco Villalobos, principales dirigentes de la Sección 22 del SNTE, entre otros miembros del organismo sindical arrestados días antes. Además de la abrogación de la reforma educativa.
El operativo inició sin mediar palabras, según el recuento de los hechos realizados por el Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (Cedhapi). Las fuerzas de seguridad, pese a que habían logrado la liberación de la vía, iniciaron una persecución que desembocó en un enfrentamiento.
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| Policías parapetados detrás de la emblemática "vulcanizadora Reyes" haciendo uso de armas de alto poder cuando, en un inicio, se negó que los uniformados fueran armados. | 
Los policías sacaron a relucir sus armas y empezaron a disparar contra los civiles. La versión oficial es que respondieron a un ataque armado realizado por parte de los manifestantes.
El choque se prolongó por más de ocho horas, paralelamente se registró un enfrentamiento en el municipio de Santa María Huitzo y continuó hasta la ciudad de Oaxaca. En Hacienda Blanca y la agencia municipal de Viguera se desató la violencia.
Las víctimas de Nochixtlán
En el operativo de Asunción Nochixtlán murieron siete personas, seis de ellas en el lugar de los hechos y una más en en el hospital.
Resultado del operativo que se extendió hasta la ciudad de Oaxaca, otra persona fue asesinada en la agencia municipal de Viguera.
Jesús Cadena Sánchez tenía 19 años de edad cuando murió, era estudiante y catequista de la iglesia. Ese día, según los testimonios recabados, ayudaba a los heridos del desalojo violento cuando una bala le atravesó en uno de sus brazos y otra más en el abdomen, que le destrozó órganos vitales, lo mató.
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| Dos días después, el sepelio de los muertos en el enfrentamiento aún con las huellas de la batalla. | 
El cinco de mayo de 1993 nació Oscar Luna Aguilar, estudió un cuatrimestre en la Universidad de los Ángeles en el municipio de Tehuacán, Puebla; con la carrera trunca abrió un pequeño negocio en el que vendía artículos de plástico, tenía una hija. Con 23 años de edad acudió al llamado que se hizo a través del templo para apoyar a los heridos, recibió un disparo en la costilla del lado derecho, auxiliaba cerca del panteón municipal. La herida de bala le causó un choque hipovolémico producido por hemorragia interna intensa a consecuencia de la perforación del hígado.
Herida en el corazón
Al momento de su muerte, Yalid Jiménez Santiago se desempeñaba como regidor de Salud en el ayuntamiento de Santa María Apazco, conformó un grupo musical y los fines de semana trabaja como taxista en Asunción Nochixtlán. Tras los hechos violentos, fue en búsqueda de su padre y, ya en lugar, apoyaba al traslado de heridos.
Yalid se tiró al piso al arreciar los disparos, la zona, donde también fueron asesinados Jesús Cadena y Anselmo Cruz; herido, intentó arrastrarse hacia la barranca para protegerse de los disparos, recibió dos balazos en la pierna derecha, otro en la espalda baja del lado derecho y otro en el codo del brazo izquierdo. La bala que golpeó a su espalda llegó al corazón y ahí se quedó incrustada.
Omar González tenía 22 años de edad, nació el 16 de abril de 1994 en Tlaxiaco, se dedicaba al comercio de lonas y uno de sus proyectos de vida era concursar en el Instituto Nacional del Emprendedor para abrir su propia tienda para la venta de lonas. El 19 de junio acudió a Nochixtlán para vender sus artículos en el tradicional tianguis de los domingos. Motivado por la curiosidad acudió al lugar donde se desarrollan los hechos violentos; mientras auxiliaba a los heridos, una bala le perforó el pulmón izquierdo.
Sueños truncos
De 33 años de edad, Ancelmo Cruz Aquino era propietario de una farmacia y se llegó a desempeñar como agente de policía municipal en su comunidad natal Santiago Amatlán, también trabajó para una empresa refresquera en Tlaxiaco. Una de las balas impactó en su mentón, el acta de defunción detalla que murió por un choque hipovolémico severo por hemorragia interna producido por perforación de pulmón derecho producido por proyectil de arma de fuego.
El joven Oscar Nicolás Santiago de 21 años de edad y originario de la población Las Flores Santiago Tilantongo, había concluido sus estudios de bachillerato y estaba en espera de la entrega de su cartilla militar para ingresar a la Escuela Naval Militar; mientras tanto, trabajaba como albañil y como cuidador de ganado. Una herida de bala en la cabeza lo desplomó al piso, las personas que ese día se encontraban cerca lo trasladaron al Hospital Básico Comunitario, en el que murió horas después a causa de traumatismo craneoncefálico severo producido por proyectil de arma de fuego, según consta en su acta de defunción.
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| Martes 21 de junio de 2016 al homenaje y entierro de Jesús Cadena, muerto en el enfrentamiento dos días antes. FOTO: Luis Cortés | 
La causa de la muerte de Silvano Sosa Chávez aún mantiene cierta incertidumbre. El Gobierno ha afirmado que se debió a la detonación de un explosivo en sus manos, que él manipulaba. Originario del municipio de San Pedro Ñumí, se dedicaba al campo principalmente a la siembra de maíz, frijol, calabaza y hortalizas; en varias ocasiones emigró a los Estados Unidos.
El día de su muerte, Silviano acompañó a diversas personas de San Pedro Ñumí convocados por profesores de la Sección 22 del SNTE, para apoyar en el enfrentamiento que sostenían con las fuerzas de seguridad del Estado. Según los testimonios recabados por la Cedhapi, un objeto de metal lo impactó desde lejos y posteriormente la herida le causaría la muerte. En su acta de defunción se precisa que murió por un “choque hipovolémico severo producido por hemorragia externa intensa producido por sección de paquete vascular de muslo del lado derecho, producido por objeto metálico”.
Los heridos; policías, ninguno de bala
Durante el operativo alrededor de dos centenares de personas resultaron heridas, de acuerdo con la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO); decenas de ellos, por heridas de armas de fuego. En los lesionados, también hubo policías estatales y federales, ninguno por herida de bala.
Ese día también fue asesinado Juvan Azarel Galán Mendoza, de 18 años de edad, en la agencia municipal Viguera de la capital del estado. En Juchitán de Zaragoza, fue asesinado el periodista Elidio Ramos Zárate y en el atentado murió además, Raúl Cano López, hermano del director del periódico local Hechos.
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| Una mujer policía atrapada por un grupo de pobladores durante el enfrentamiento. FOTO: Mario Jiménez | 
Ni justicia ni reparación del daño
A un año de los hechos violentos del 19 de junio de 2016 las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) están estancadas o detenidas, y las víctimas ni sus familiares han recibido reparación de los daños.
La PGR, en respuesta a una solicitud de información, aseguró que las investigaciones están en trámite en seis carpetas de investigación.
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| Frente al monumento a Juárez, en el crucero de Viguera. Por la zona hubo otro joven muerto. | 
Según la carpeta de investigación FED/OAX/OAX/0000820/2016 con fecha 21 de junio de 2016, hay 13 personas detenidas y sostiene que se han realizado 199 peritajes el 21 de junio de 2016 y un total de 211 hasta el 22 de julio del año pasado; así como 941 entrevistas, 932 de ellas realizadas supuestamente dos días después de los hechos.
“Es difícil para mi expresarme y recordar que hace un año mi esposo estaba conmigo y con mis hijos. Yo no les puedo regresar a su papá, pero exijo justicia y también para Nochixtlán”, expresa Viridiana Cruz, esposa de Anselmo Cruz, una de las víctimas.
Hasta la fecha aseguró Maurilio Santiago Reyes, dirigente de Cedhapi y abogado de los familiares de las víctimas en el tema de derechos humanos, ninguna de las familias afectadas ha recibido justicia y tampoco la reparación del daño.
Lo único que ha entregado el Gobierno, dijo, es lo que corresponde a los gastos emergentes; es decir, explicó que los familiares únicamente recibieron lo que gastaron en la atención médica y en los gastos funerarios. Es falso, dijo, que se haya indemnizado a los familiares de las víctimas.
“Para mí es bastante complicado”, afirmó Angélica Reyes Cruz, esposa de Silvano Sosa, “también por mis hijos, como tengo cinco, debo cuidarlos y mantenerlos”.
 
 
 
 
 
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