lunes, 7 de agosto de 2017

Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca: fallido proyecto académico

Luis Ignacio 


Las elecciones en la UABJO no solo han violentado a la universidad, sino a toda la sociedad oaxaqueña.
EMILIO MORALES PACHECO


La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca es la única en el país que elige a su rector mediante el voto directo, universal y secreto. La manipulación de estudiantes, catedráticos y profesores en una elección ha llevado a prácticamente todas las universidades del país a buscar nuevos modelos de designación, mientras la UABJO permanece anclada a una ley orgánica expedida en 1988.


El artículo 19 de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca establece que las elecciones de autoridades constituyen un derecho y un deber de todos los miembros de la comunidad universitaria. El sufragio expresa la voluntad de ésta y se ejerce para garantizar la continuidad de la vida institucional de la universidad. Eligiendo a sus autoridades y representantes para integrar sus órganos de gobierno.

El 20 precisa que los integrantes de la comunidad universitaria ejercerán el voto uninominal, libre, directo y secreto.


Los estudiantes son la manzana de la discordia en cada elección y se empleada todo tipo de métodos para compra sus votos.


El 7 de marzo se cumplieron 29 años de la expedición de esta ley que hoy, como nunca, debe ser modificada para que la UABJO pueda superar los añejos problemas que la agobian, como la corrupción, el porrismo, el control sindical en la designación del rector, entre otros.


El cambio necesario


Director de la Revista de la Educación Superior, Imanol Ordorika, en su artículo Elección de rector: panorama internacional, señala que en contraste con lo que se ha sugerido en los debates sobre las formas de gobierno en las universidades mexicanas, la revisión de diferentes procedimientos utilizados en varias partes del mundo no da muestras de que alguno de los tipos analizados esté asociado a mayor calidad en el desempeño de actividades de formación, de investigación y de extensión; a niveles más altos de reconocimiento internacional; a la empleabilidad de los egresados universitarios; a la circulación internacional de publicaciones académicas; o incluso, a una mayor estabilidad institucional.


Señala que en nuestro caso el autoritarismo que ha caracterizado al sistema político mexicano permite entender en buena medida las dificultades existentes en casi todos los tipos de nombramiento de autoridades en nuestras universidades. Por un lado explica la prevalencia del sistema cerrado, secreto y restrictivo de las juntas de gobierno; pero también da cuenta de las deformaciones que se hacen presentes de manera sistemática en casi todos los procesos de votación directa.


La violencia, el escenario permanente de las elecciones en la UABJO. 
FOTO: Esteban Marcial


“Los mecanismos de elección de autoridades en las universidades mexicanas presentan graves problemas, atraso respecto a prácticas sociales democráticas y falta de idoneidad para las condiciones actuales de nuestras instituciones. No cabe duda que es necesario un gran esfuerzo de discusión y de elaboración de alternativas para transformar los mecanismos de elección de rectores, de presidentes y de directores que permitan superar rezagos y desviaciones, y que generen condiciones para establecer nuevos mecanismos transparentes, representativos y democráticos para adecuar la organización política de las universidades a su propia actualidad, así como a las condiciones académicas, sociales y políticas vigentes hoy en nuestro país”.


El proyecto fallido

El investigador de la UABJO, Isidoro Yescas Martínez, afirma que el movimiento universitario se perdió en la corrupción e ineptitud. FOTO: Emilio Morales


El investigador de la UABJO Isidoro Yescas Martínez recuerda que en el movimiento estudiantil de 1975-77 una demanda de Movimiento Democrático Universitario fue la elección de rector a través del voto universal, directo y secreto, porque el conflicto surge a partir de la oposición de la designación de autoridades universitarias por parte del gobierno estatal.


“Abraham Martínez Alavez llega de rector interino y rescata esa bandera, además de que tenía todas las condiciones: el gobernador Heladio Ramírez López era su amigo, era rector interino pero con el apoyo del STAUO y entonces el Congreso local crea una nueva ley orgánica donde se establece que la elección de rector es a través del voto directo, secreto y universal, lo que beneficia políticamente a él”.


Añade que el Movimiento Democrático Universitario tenía razón en exigir que en la elección del rector participarán los universitarios, “el problema es que se pervierte este sistema democrático, de tal manera que se convierte en un instrumento de control y manipulación de los líderes sindicales, tanto del STAUO como del SUMA”.


ARTÍCULO 20 DE LA LEY ORGÁNICA
Artículo 20.- Los integrantes de la Comunidad Universitaria ejercerán el voto uninominal, libre, directo y secreto.


Dice que el problema fue que después del movimiento estudiantil no se definió un rumbo para la UABJO. “La gran tragedia para nuestra universidad es que no sacó lecciones positivas del conflicto, como sí ocurrió en estados en similares condiciones como Puebla y Sinaloa, que después de conflictos internos y confrontaciones con el Estado, se colocaron como líderes de la instituciones de educación superior a nivel nacional”.


Universidad ninguneada


La violencia no ha podido ser erradicada de la Máxima Casa de Estudios. 
FOTO: Esteban Marcial

Es decir, -añade-, no solo superaron su crisis institucional, sino se posicionaros como las mejores universidades, pero en el caso de Oaxaca no ocurrió esto. “¿Por qué? Porque no hubo proyecto, porque a final de cuentas el voto universal, directo y secreto se convirtió en un instrumento de corrupción, de manipulación y, sobre todo, porque a los propios gobernadores no les interesó la universidad”.


“En el caso de Puebla y Sinaloa los gobernadores intervinieron para acabar con el control caciquil de sindicatos y grupos de maestros, pero en Oaxaca nadie hizo nada. Ni Heladio Ramírez López, Diódoro Carrasco Altamirano, José Murat, Ulises Ruiz Ortiz y el mismo Gabino Cué fueron capaces de reformar la ley orgánica universitaria y pudieron hacerlo; ahora que los recursos federales se asignan por resultados, la UABJO no tienen posibilidades de incrementar sus presupuestos, por los niveles de corrupción, ineficiencia e ineficacia en la formación educativa de sus estudiantes”.


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