Luis Ignacio 
Córdova Trujillo es el brazo derecho del presidente de la Jucopo, Irineo Molina Espinoza (en la foto).
Mientras en el Congreso del estado se construye el Sistema Estatal Anticorrupción, la impunidad se pasea por el edificio de San Raymundo Jalpan. Adán Córdova Trujillo, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), tiene una larga historia de corrupción e impunidad, que incluye su cese de la Auditoría Superior del Estado (ASE) porque se descubrió que recibía sobornos para brindar impunidad a presidentes municipales que cometieron desvíos de recursos y ahora, participa en la elaboración del esquema jurídico e institucional para abatir la corrupción.
Pero esa es solo una parte de la historia, la otra tiene que ver con cobros excesivos a ahorradores defraudados por cajas de ahorro, desde la entonces Secretaría de Desarrollo Social y Humano, que presidía el actual titular de la ASE, Carlos Altamirano Toledo.
Quienes lo conoces recuerdan que Córdova Trujillo se dio a conocer públicamente cuando representó legalmente a ahorradores de cajas de ahorro que habían sido defraudados, a quienes cobró porcentajes de entre 10 y 20 por ciento de lo recuperado.
Incluso dirigentes del Frente Único de Ahorradores Defraudados (FUADO) denunciaron que el abogado Córdova Trujillo les propuso trabajar de manera coordinada para agrupar al mayor número de afectados para obtener mayores beneficios económico. “Ustedes me los mandan y yo los atiendo”, propondría el ya funcionario de la secretaría de Desarrollo Social y Humano del estado.
EL CESE
En febrero del 2015 el director jurídico de la ASE, Adán Córdova Trujillo, fue cesado del órgano fiscalizador por supuestos actos de corrupción.
Después acompañó a Altamirano Toledo a la ASE como secretario técnico y más tarde como director jurídico del órgano de fiscalización, pero en febrero del 2015, el mismo auditor informó a los medios de comunicación el cese de Córdova Trujillo por presuntos actos de corrupción, toda vez que se descubrió que recibía sobornos para brindar impunidad a presidentes municipales que cometieron desvíos de recursos.
Junto con él también dieron de baja a 10 auditores internos, señalados de sospechas por corrupción.
Los implicados habían retrasado expedientes o no habían notificado de los mismos a los órganos de administración de justicia o filtraban información confidencial a investigados, además alteraban resultados de auditorías.
Durante las investigaciones autoridades municipales exhibieron la factura de un restaurante de lujo en el que fueron citados por el todavía director jurídico de la ASE, para negociar la comprobación irregular de los recursos públicos que habían ejercido. Al final de la negociación, donde no hubo acuerdo, les obligó a pagar la cuenta del consumo.
De manera extraña, el mismo auditor Altamirano Toledo informó un mes después que no se habían iniciado procedimientos administrativos o penales en contra del ex funcionario público, lo que le permitió obtener impunidad total.
La misma situación se registró con el sobrino del actual secretario técnico de la Jucopo, Lenin Ortiz, quien fungió como jefe de departamento de la ASE y fue separado de su cargo por irregularidades, pero nunca se procedió legalmente en su contra.
Hoy, Córdova Trujillo es el brazo derecho del presidente de la Jucopo y coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Movimiento de Renovación Nacional (Morena), Irineo Molina Espinoza, y como secretario técnico del órgano de gobierno del Congreso participa en las discusiones y análisis de la creación del Sistema Estatal Anticorrupción.
 
 
 
 
 
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