Puerto Libre - Guillermo Hernández Puerto 
Cárcel para el traidor y criminal, Gabino Cué, no es mucho pedir
Durante la campaña política de 2010 para elegir al gobernador de Oaxaca, el entonces coordinador de campaña de Gabino Cué Monteagudo, el ahora gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, decía que Gabino Cué era un oaxaqueño honrado a carta cabal, casi casi un Benito Juárez y repetía que Gabino no tenía machadas las manos de sangre y que por éstas y otras cualidades debía ser gobernador de los oaxaqueños y llamaba a los ciudadanos a votar por Gabino Cué.
Entre paréntesis diremos. Finalmente, Javier Corral y Gabino terminaron como enemigos políticos. ¿Por qué? Sólo ellos lo saben. Lapidariamente Corral acusó derivado de este pleito que Gabino había convertido la justicia oaxaqueña en una querida. ¿Qué quiso decir? Lo dejamos a su imaginación, amigo lector.
Volviendo al tema, diremos. Gabino por su parte tomó en sus manos la bandera contra la corrupción y la ondeaba en todo el estado, erigiéndose como el paladín que acabaría con la corrupción, prometiendo que no le temblaría la mano para meter a la cárcel a los corruptos.
Como paladín del combate a la corrupción fue un fiasco, ya que no la combatió, por el contrario, la prohijó y por acuerdos políticos tras bambalinas desoyó el clamor popular de que metiera a la cárcel a los corruptos que habían saqueado impunemente a Oaxaca y cual traidor a su palabra empeñada, sólo encarceló al de ex de Vialidad y Transporte, Gonzalo Ruiz Cerón y a Bulmaro Rito Salinas.
Cerón como chivo expiatorio libró la cárcel y Bulmaro se hizo millonario desde la cárcel. Y no pudo encarcelar a Raúl Castellanos Hernández, a quien quería confinar en las mazmorras del penal de Mengolí, Miahuatlán.
Bulmaro, el corrupto Bulmaro está más que agradecido con Gabino Cué Monteagudo por los millones de pesos que hizo desde la prisión de Santa María Ixcotel como lo está también el compadre de Rito, Neftalí García Arango, porque también se hizo millonario, pero la incógnita es y sigue siendo, ¿de a cómo fue el moche que obtuvo Gabino Cué por el favorcito que le hizo al corrupto tehuano que hoy vive como rey gracias a la corrupción, a su partido, el Partido Revolucionario Institucional, y a los gobernantes que lo incorporaron a sus respectivos gabinetes?
Frente a la miseria en que viven más de un millón de oaxaqueños y la vida de rey que lleva el tehuano que para no variar se construyó una mansión en San Felipe del Agua valuada en 20 millones de pesos con alberca y toda la cosa en donde chapotea él y sus cuates cuando lo visitan para echarse un trago de whisky a la salud de los oaxaqueños.
Habría que preguntarnos: ¿cuánto dinero acumuló en su paso por los cargos públicos el tehuano si antes de ser encarcelado presumía que había obtenido o robado más de 4 mil millones de pesos del erario? No sabremos nunca a cuánto asciende la fortuna de este malandro ni en qué banco la tiene ni el nombre de sus presta-nombres por dos razones acumulables, porque a nadie le interesa investigar el megafraude en la construcción de Ciudad Administrativa y Ciudad Judicial, ya que saldrán a la luz pública nombres de políticos y exfuncionarios que autorizaron este gran fraude cometido contra el pueblo oaxaqueño y porque aunque usted, amigo lector, no lo crea, el tehuano goza de la protección de gobernantes que aún están en el poder y que lo encumbraron en cargos públicos. Su compadre, Neftalí, también vive como rey y lo despreciable es que se burle de los oaxaqueños.
En Oaxaca, pues, tal como un día lo dijera en un desliz político el auditor superior del estado, Carlos Altamirano Toledo, que en Oaxaca hay ladrones, no pendejos. Expresión plena de cinismo y ofensiva ciento por ciento para los oaxaqueños porque nos tilda sin decirlo de incautos y de pendejos. Dios nos libre si algún oaxaqueño se molesta por escribir este término, pero así se interpreta o lo interpretamos, pero si hay enojo, de antemano pedimos disculpas.
Como colofón podríamos expresar que Gabino Cué y su banda de delincuentes viven como reyes y en la impunidad y que si estos delincuentes de cuello blanco escapan al imperio de la ley, será no sólo una injusticia, sino un agravio contra Oaxaca y los oaxaqueños, porque estos pillos son un peligro para Oaxaca y para la sociedad, y en razón de ello no deben bajo ninguna circunstancia escapar al imperio de la ley y correr la suerte de un Duarte o un Yarrington. Eso es lo que demandamos a los gobiernos estatal y federal. No es mucho pedir, creemos.
 
 
 
 
 
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