martes, 23 de mayo de 2017

¡A mí me la pelan pendejos!, grita Gabino Cué


Puerto Libre – Guillermo Hernández Puerto

Hace poco, Gabino Cué Monteagudo fue entrevistado en un restaurante de la colonia Polanco de la Ciudad de México por un reportero de “24 Horas”. El exgobernador de infausta memoria dijo desconocer si se le sigue un juicio político en Oaxaca y aseguró si lo llaman de estar en la mejor disposición para aclarar cualquier situación, ya que él no se robó ni un quinto de los más de 500 mil millones de pesos que administró en sus seis años de gobierno, porque es honrado.

Con dichas respuestas cínicas y desvergonzadas dijo sutilmente que a él el gobierno de Oaxaca y la justicia oaxaqueña representada por el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Raúl Bolaños Cacho Guzmán, el fiscal general, Rubén Vasconcelos Méndez y los diputados de la LXIII Legislatura local se la pelan. Así está de seguro y confiado de que goza de la más absoluta impunidad este gran ladrón de Oaxaca.

Los hechos lo dicen y no el que esto escribe que con su negación al diálogo con la Sección 22 y la persecución al magisterio y el encarcelamiento de varios de sus exlíderes, entre ellos el de Rubén Núñez Ginez y de Francisco Villalobos, y con la matanza de Nochixtlán se ganó a pulso el deshonroso título de asesino, traidor y represor. Por esta matanza debe ser arrestado, juzgado y encarcelado.

Cabe hacer mención que a Gabino Cué nunca le importó si corría sangre como consecuencia de la lucha magisterial contra la reforma educativa, porque como se recordará el sábado 18 de junio de 2016, después de haber aprobado y ordenado el operativo para desbloquear la carretera cercana a Nochixtlán, en lugar de mantenerse despierto y pendiente del resultado, Gabino asistió esa noche del sábado como invitado de honor a la boda que se celebró entre un cercano colaborador al gobernador de Guerrero, Estudillo, y en la que estuvo el gobernador guerrerense.

Allí en esa boda, despreocupado bebió licores finos e importados y degustó ricos platillos y en altas horas de la madrugada se retiró a dormir la cruda. El domingo 19 de junio, lo despertaron de su sueño y con la garganta reseca por haber adorado al dios Baco con sus amigos, le informaron del saldo sangriento de nueve muertos y de más de 100 heridos. Todavía con los humos del alcohol, desorientado y desvelado, ofreció una conferencia de prensa en unión del exdirector de la Policía Federal, donde Gabino Cué reconoció públicamente que había acordado junto con el gobierno federal el operativo fallido.

Durante la marcha que los profesores de la Sección 22 realizaron en Asunción Nochixtlán, el pasado 19 de mayo, exigieron castigo para el asesino y traidor, Gabino Cué, pero este rata ni sufre ni se acongoja, pues los muertos y la exigencia de justicia de los deudos y del magisterio le valen madre, exhibiéndose como un sujeto malvado y de la peor calaña.

Tan carece de valores este asesino y traidor que no le importa heredar deshonor y vergüenza a sus descendientes, porque todavía piensa que pasando algún tiempo se olvidará su crimen y sus latrocinios y que lo llamarán a formar parte del gabinete del próximo presidente de la república. Enfatizamos es de la peor calaña porque hereda deshonor y vergüenza a sus descendientes y porque sin importarle los apellidos Monteagudo y Cué, saqueó escandalosamente los recursos de Oaxaca y engordó como nuevos millonarios a la recua de desvergonzados que formaron parte de su gabinete. Encontrándose entre estos mañosos: Germán Tenorio Vasconcelos, Netzahualcóyotl Salvatierra, José Zorrilla de San Martín, Enrique Arnaud Viñas, Gerardo Cajiga y su operador financiero y político, el gran rata del sexenio, Jorge el “Coco” Castillo. Un rufián que seguramente hará llegar parte del gran botín que obtuvo a Gabino Cué, para que este asesino y traidor viva como rey y en la impunidad.

Con la respuesta que dio al reportero de “24 Horas”, Gabino Cué no sólo se burla del gobierno del estado, sino que, además, impelido por la impunidad que le brindan desde el gobierno federal y exgobernadores de Oaxaca como Diódoro Carrasco Altamirano y otros, dice con sobrada confianza y soberbia: ¡A mí la justicia oaxaqueña y el gobierno de Oaxaca y sus autoridades me la pelen pendejos!

Como moraleja bien se puede decir, si el felón Gabino Cué Monteagudo no es encarcelado ni devuelve todo lo que le robó Oaxaca se saldrá con la suya y quedará de manifiesto que efectivamente se la pelaron como lo grita y lo sigue gritando.

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